España gana la pelea de gallos
España se metió en la final de la Nations League tras derrotar a Francia en un partido legendario
Lamine Yamal logró su primer doblete con la selección y presentó su firme candidatura al Balón de Oro
Así fue el baño de goles de España a Francia


España se metió en la final de la Nations League tras derrotar a Francia en un partido sublime, histórico e inolvidable. La selección de Luis de la Fuente, que bordó el fútbol a ratos, le hizo cinco goles al combinado de Deschamps, que jamás le perdió la cara al duelo. Los nuestros llegaron a ponerse 5-1 pero los franceses acortaron y estrecharon el marcador hasta el 5-4 final y acabaron encerrándonos en nuestra área. Doblete de Lamine Yamal, que da un paso crucial para ganar el Balón de Oro.
Fue uno de esos partidos que se contarán boca a boca de padres a hijos porque tanto el fútbol como la intensidad del juego fueron memorables. Eso por no hablar de las alternativas y de que ver ¡¡¡nueve goles!!! en un partido es menos habitual que ver a Pedro Sánchez contar una verdad.
De la Fuente eligió a Huijsen. El flamante fichaje del Real Madrid formaba pareja con Le Normand para bailar con su (futuro) compañero Mbappé. La presencia del joven central y la ausencia por descanso de Fabián eran las grandes novedades del once de España. Por el centrocampista del PSG entraba Mikel Merino y el resto del equipo era el que todos esperábamos de Unai Simón a Oyarzabal. Morata era suplente, pero eso ya ha dejado de ser noticia.
Enfrente Deschamps, el Ancelotti gabacho, esto es, un técnico cagoncete pero con mucha suerte, salía con todo: Doué, Dembélé y Mbappé, delantera aguda y con rima. Bien es verdad que tenía bajas morrocotudas en defensa, sobre todo Saliba, pero de los tres de arriba hacia atrás Francia imponía menos.
Francia mostró sus cuernos desde el inicio. El tal Koné le tatuó los tacos en el empeine a Mikel Merino. Iban diez segundos de partido y España ya sabía lo que le esperaba. El colegiado Michael Oliver, en vez de amonestar, sonrió y se encogió de hombros. Luego probó suerte Theo con un disparo alto. Los nuestros no le cogían del todo el aire al partido y la afición alemana se cebaba con Cucurella. Por aquella mano, ya saben.
Lamine Yamal tardó cuatro minutos en asomarse al duelo con una acción individual que taponó al alimón una legión de franceses. Córner. De resultas del mismo los jugadores españoles pidieron penalti por una mano que se fue al limbo. Y la respuesta de Francia fue una contra acelerada por Dembélé, que le robó la cartera a Merino, y provocó un mano a mano de Mbappé ante Unai Simón, que le adivinó las intenciones por suerte para España.
Intercambio de golpes
El partido era puro vértigo. Una reyerta de ataques y contraataques con una intensidad que casi mareaba. Y no llevábamos ni diez minutos. En el 11 otra vez Theo Hernández se asomó al área de España para sacarse un zurdazo venenoso que se estrelló contra la escuadra. Otra bala que esquivábamos. Francia había entrado mejor al partido, así que nos tocaba protegernos y sufrir. En La Roja no había noticias de Pedri ni del dúo Cucurella-Nico Williams en el costado siniestro.
De la Fuente se dio cuenta y tomó medidas: retrasó a Pedri y adelantó a Merino para buscar más control de la pelota. Bien hecho. La variante del seleccionador dio sus frutos. En pleno dominio francés llegó el gol de España. La jugada la inició Lamine Yamal por el costado derecho. Detectó a Oyarzabal en el punto de penalti rodeado de franceses. Allí el realista recibió la pelota de espaldas e hizo un movimiento de pivote de fútbol sala. La aguantó, se medio giró y dio una asistencia con el exterior para Nico Williams, que apareció por sorpresa para hacer el 1-0.
Y tres minutos después, zas, el segundo. No habían digerido los franceses el primero y les cayó el 2-0 en el 25. La pared maravillosa la dibujó (otra vez) Oyarzabal, que se apoyó en Mikel Merino. Sociedad ilimitada de dos que jugaron juntos muchos años en la Real. El centrocampista del Arsenal, que ha aprendido el oficio de nueve, no perdonó y ajustició a Maignan.
No se arrugó Francia, que volvió a cercar el área de España y dispuso de dos ocasiones en el que la pegaron picuda Doué y Mbappé. Encomiable y meritorio el esfuerzo de la selección de Deschamps, que no le perdió la cara al partido en ningún momento. Los franceses no pararon de atacar. Obligaron a España a afanarse en labores de fontanería como una que yo me sé.
Dos zarpazos y medio
Al filo del descanso logró España el tercero. Lo marcó Huijsen en una acción a balón parado que resolvió con una media volea espectacular. Lástima que Oliver y el VAR advirtieron un fuera de juego por un trocito del hombro de alguien, así que nos quedamos compuestos y sin el 3-0. Nos fuimos al entreacto con un valioso botín, el 2-0, que incluso podría considerarse algo abultado para lo visto con una Francia más que notable y una España que aprovechó sus ocasiones a la perfección.
El segundo tiempo nació por los mismos derroteros que el primero. Intercambio de golpes, especialmente duros y peligrosos los de Francia, que rondaron el gol en un par de ocasiones provocadas por errores de los nuestros. Nuestra respuesta no pudo ser mejor. Una contra que nació con la zancada de Lamine Yamal y concluyó con un penalti clamoroso de Rabiot sobre el jugador del Barcelona.
El propio Lamine, como si estuviéramos en el patio del cole, se lo pidió. Nadie osó llevarle la contraria a pesar de que el tirador oficial de penaltis en la selección es Mikel Oyarzabal y el donostiarra estaba en el campo. Lamine sobreactuó un poco al celebrarlo con la grada como si estuviera en campaña para el Balón de Oro, oiga.
Y al tercero le sucedió el cuarto. La obra maestra la firmó Pedri, que se llevó la pelota de espuela en el centro del campo, se apoyó en Nico Williams, que le filtró un pase al área. Allí apareció el canario para definir con precisión y sutileza. Pues nada, 4-0 y Maignan de portero. España ya tenía la final de la Nations en el bolsillo… o eso parecía, porque Michael Oliver decidió pitar un penaltito de Pedro Porro sobre Mbappé, que estaba loco por la música de tirarse a la piscina. Kylian lo ejecutó y lo marcó, así que maquilló algo el resultado con el 4-1.
Recital español
De la Fuente movió el banquillo y sacó más artillería. Dentro Fabián y Dani Olmo, fuera Pedri y Nico Williams. No se rendía Francia, que la tuvo en las botas de Doué. También Deschamps agitó su equipo con tres cambios, porque aún nos quedaba por delante media hora de partido más el alargue. Tiempo de sobra para que Lamine Yamal hiciera el quinto en una jugada que definió con la puntera tras una asistencia de Pedro Porro. El crack del Barcelona lo celebró subido a una valla señalándose su camiseta en su primer doblete con España.
El partido ya estaba visto para sentencia (o eso creíamos) y España había logrado el pase a la final de la Nations con un fútbol sencillamente maravilloso. Francia, que lo había intentado todo, ya no daba para más. El último cuarto de hora parecía de relleno y Luis de la Fuente movió aún más el banquillo. Samu Omorodion por Oyarzabal y Vivian por Le Normand.
A Francia todavía le daría tiempo a lograr el segundo por obra y gracia de Cherki, que se cascó una volea desde fuera del área ante la que no pudo hacer nada Unai Simón. Y cuando el partido parecía resuelto de repente nos complicamos la vida. En el 83, casi sin darnos cuenta, nos cayó el tercero. Fue un centro de Barcola que introdujo en su portería Vivian en su intento de despejar.
Nos tocó sufrir de lo lindo en las postrimerías de un partido que teníamos ganadísimo. Kolo Muani perdonó el cuarto de Francia. De la Fuente contenía la respiración y apretaba los bíceps. Aún nos quedaban los minutos de prolongación. Los sufrimos pero los superamos y al final, con más suspense del debido y del esperado, sobre todo cuando Kolo Muani logró el 5-4 en el 93. Menos mal que no quedaba tiempo y España se metió en la final de la Nations League tras derrotar a Francia en un partido inolvidable.